la salida

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martes, 2 de mayo de 2017

Lo que viene después

Siempre emociona ver el presente y reconocer cómo se llegó hasta ese punto. El pasado ya no duele,  ya no afecta, el pasado contribuyó a construir el presente. El pasado no es más ese presente destructivo. El presente es movimiento, fluye, no se estanca, no se atora. Entonces ahora el futuro ya no angustia, el futuro promete.

Cremito

Cuando uno llega a la adultez se enfrenta a ser responsable de muchas cosas que quizás antes no lo era.

Me doy cuenta que si sufres, te enojas, lloras, ríes, es tu decisión. ¡Qué fácil! o ¡Qué difícil!

Como lo puedes hacer todo, puedes darte cuenta que hay muchas otras cosas que no puedes hacer.

Por ejemplo, adopté un perro, contra todos los pronósticos. Contra toda la historia que tuve con mis papás, de "no animales en la casa", menos perros...

Lo adopté, y fue lo más bonito que me pasó. Un cachorrito blanco, orejitas caídas con un poco de café en sus orillas. Y sus ojos, ay esos ojos. Fue tan bonito ver cómo un pequeño cachorrito te buscaba para todo, quería estar contigo, quería jugar todo el tiempo. Pero también tenía su carácter, si lo abrazabas demasiado se enojaba, si no le hacías caso, lloraba.

Todo comenzó bien, yo feliz de vivir mi sueño tan anhelado. Y él acoplándose a nuestra vida: se enojaba cuando lo dejábamos, se hacía pipi donde quería, jugaba todo el tiempo, se emocionaba tanto cuando regresabas.

Hasta que de pronto comencé a tener alergia al perro, no es algo nuevo, he sido alérgica a perros anteriormente, pese a mi amor por ellos.

Continuó empeorando mi alergia, ronchas, nariz tapada, estornudos constantes. Y es aquí cuando yo, nadie más que yo, tuvo que tomar la decisión de buscarle otra casa. Es aquí cuando de nadie más dependía que de mi. Le di varios días, nada mejoraba. Y era triste ver que lo podía tocar menos, que sus pelitos me daban mucho estornudo.

Tomar la decisión de que se fuera ha sido tan complicada y difícil, y hago énfasis en que solo mía. No sé, esta vida de adultez tiene a veces estos momentos complejos, tristes.

Pero Cremito, así le puse, como te amé a ti, a nadie.

:(


jueves, 6 de octubre de 2016

Azul...

Mi color favorito es el azul... Porque me recuerda tanto lo más terrible de mis días como lo más delicado y lindo de los mismos; lo más terrible es un azul marino, oscuro, profundo; casi negro. Y el que me recuerda los mejores días es el azul más claro; como cuando salgo de consulta alzo mi mirada y lo veo;  y entonces sé que ningún sentimiento se compara con el de ayudar. Cuando sé que toda mi historia, mi infancia, mis deseos derivaron en esto, en esta vida.

El azul cubre todo, el cielo, el mar...El azul cubre mi cuerpo, lo envuelve, lo protege. Me sé protegida usándolo. Tú eres azul, eres lo más azul de mi vida. Provocas en mí tanto lo más terrible como lo más conmovedor; mueves en mi fibras que ni yo conocía, pero que estaban ahí y despertaron con tu gentileza e increíble determinación.

Te amaré hasta el final, y mi amor siempre será azul; porque incluye lo más inexplicable y oscuro de mí; y como bien sabes lo más hermoso y curioso de mí.




miércoles, 20 de enero de 2016

11 de la noche

De pronto hay horas que permiten pensar, reflexionar, absorber el día.
Las 11 de la noche de hoy, te pienso. Me acuerdo de tu risa ingenua, que desde lejos sabría reconocerla. Recuerdo tus sueños imposibles, y tus explicaciones de por qué sólo sueños serían. Me acuerdo de tus lágrimas, de tu desesperación, de tu angustia. Tú también te acuerdas. Te acuerdas de los vacíos profundos que solían darse por esas interminables tardes de verano. Te acuerdas que veías tu celular, y te invadía de pronto, un sentimiento inexplicable de incertidumbre y frustración, que solo se acababan con las incontables siestas que parecían en ese entonces necesarias e interminables.

Pero sé que también recuerdas que nunca creerías que podrías vivir lo que vives hoy. Que ahora sabes que pudiste, que los sueños son alcanzables, que al tiempo hay que tenerle paciencia.

Que ahora el punto de inflexión no es el de antes.

martes, 2 de junio de 2015

Libertad

Hace poco, por diversas situaciones me puse a pensar en el concepto de libertad, y después en la acción de la misma: ser libre. De pronto al pensar en lo que significa para mí, me invadió una gran tranquilidad y sobre todo coherencia. Nada se compara con sentirse libre, con saber que lo que se hace es por convicción y no por obligación. Mi manera de ver la vida, y mi vida, no es estar exentos de sacrificios, ni de esfuerzo, pero qué mejor que hacerlo por algo que realmente te hace sentir feliz y libre.

jueves, 19 de febrero de 2015

Hasta la raíz.

Cuando las personas tienen un efecto en ti, influyen en ti, cuando las quieres y te quieren. Cuando comparten miedos, sonrisas, tristezas. Cuando pasan horas platicando, conociéndose. Cuando crecen juntas, es cuando echan raíces en ti, y no se van.

Echan raíces, se quedan en tu memoria, en tu historia, en tu discurso y en tu diálogo. Caminas con sus palabras, con sus pensamientos, te acompañan. Porque aunque no estén físicamente o estén lejos, te cambiaron, las cambiaste, intercambiaron sus mundos. Porque somos mundos llenos de otros mundos, de otros sabores, colores, porque somos una combinación de experiencias compartidas.

Echan raíces, echamos raíces, sonreímos porque después de todo lo que "tenemos" en nuestra vida, después de todo lo que el trabajo y el estudio nos pueden dar, nos queda en lo más profundo de nuestro ser, de nuestro cuerpo, los caminos neuronales que forman recuerdos, de personas, de momentos, de interacciones. Porque al final somos lo que fuimos con otros, y cómo nos percibimos con ellos, somos ese intercambio infinito interaccional. Porque al final eso es lo que importa.



lunes, 9 de febrero de 2015

El Señor de los Dibujos...

Todos los días cuando me iba a mi Facultad tomaba un camión que me dejaba bastante cerca de una de las entradas. Pero para llegar debía atravesar una calle con algunos comercios de comida, películas piratas, y una clínica del ISSSTE.

Había pasado muchas veces en la tarde, pero cuando mi horario cambió y empecé a ir en la mañana, vi por primera vez al "Señor de los dibujos". Estaba desde muy temprano por los arbustos que rodean la clínica. Traía puestos unos shorts, que dejaban ver sus largas piernas, una sudadera negra con rojo; sus pies cubiertos con unos zapatos negros y sucios,  sus ojos azules y  grandes y perdidos, como si estuviera viviendo en otra realidad, su cabello lacio, güero siempre acomodado por un cepillo negro largo que guarda en su bolsillo derecho.

¿De dónde vendrá? Nadie sabe. Pero siempre iba a los arbustos, y dibujaba en un cuaderno, y después expone sus dibujos, y los acomoda encima de cuatro piedras, y después encima de cada cuaderno (que generalmente son dos) acomoda cuatro piedras ¿para que la página no se voltee? Sólo él sabe el por qué de todos estos cuidadosos detalles. Le gusta dibujar, y dibuja a Mickey, a Buggs Bunny, al pato Lucas, y mientras dibuja parece que vuelve a cuando era un niño. De repente personifica a ¿su maestra?  y dice: "No se salgan de las líneas".

Los que pasan lo ignoran o pueden prestar atención y descubrir que este señor está en un salón de clases, está dibujando, hay niños y niñas a su alrededor, y una maestra les asegura que si no respetan las lÍneas no obtendrán el 10 tan deseado. El señor vuelve cuando quiere a esa realidad, a esos recuerdos, es tan fácil como volver a ese momento y vivirlo. Me puso a pensar a qué momento de mi vida me gustaría volver, tal vez a mi niñez, pero no me gustaría volver para vivirlos de nuevo siendo esa yo de 5 años, o de 6; sino para volver de mi edad actual y poder observar y recordar...Afortunado él que puede.