la salida

la salida

martes, 22 de julio de 2014

Ùnico

     Era difícil recordar a  los que había besado, a los que le habían provocado algo, a todos los que les había dicho que le volvían loca. Era difícil recordar la primera conversación que terminó en una salida, en un caminar juntos de la mano, en ir al cine, o en comer juntos. Era muy difícil recordar las noches que se mandaban mensajes, que se llamaban, sus voces. Era difícil recordar los que alguna vez le habían gustado, altos, chaparros, chinos, lacios, morenos, güeros, gordos, flacos, fuertes. Era difícil recordar dónde los había conocido y qué los hacía peculiarmente interesantes, ¿su inteligencia, un lunar, sus tennis, su banda favorita, que jugaban algún deporte, su libro favorito, su película favorita, su cabello? 
      Lo que nunca ha sido difícil de recordar, lo que nunca se le va a olvidar es al primer hombre que amó, porque cada detalle, cada situación eran increíblemente emocionantes, hermosas y únicas. El día que lo conoció, el día que lo besó, el día que decidieron estar juntos, el día que hicieron por primera vez cosas que nunca habían hecho por el otro, la primera canción juntos, la primera canción dedicada en una tocada en vivo, la primer pelea, el primer viaje, el primer video, el primer álbum de fotos, la primera carta, el primer suspiro. Porque es su lunar, es su sonrisa, es su cabello, es su inteligencia... es ese momento en donde puede preguntarle algo y hará todo por contestarlo, porque lo sabe o porque se lo imagina. Es su terquedad, es su perfeccionismo, son sus dibujos, es su talento, es su corazón, increíblemente único.

Temprano y tarde...nunca a tiempo.

Hay situaciones en la vida donde el tiempo, y el momento, de la vida de por ejemplo, una pareja, no coinciden. "Timing" le llaman. Donde a pesar de las ganas, las sensaciones y las emociones, es imposible. Es un continuo seguir catastrófico. Donde a pesar de que se intente, no se logra, no se concreta.

El tiempo, las coincidencias, la vida, ¿es un misterio o una simple invención humana?   Hay situaciones que pasan en un millón. Reencuentros o encuentros que fulminan en un segundo la cotidianidad, la rutina. Hay situaciones donde es imposible pensar. Lo único que queda es vivir, sentir, aprovechar, cerrar los ojos, respirar, porque el tiempo siempre nos vencerá.

lunes, 14 de julio de 2014

Volver a volar.

Volver a creer, alzar las alas, abrirlas poco a poco. Dejar que cada pluma se tense en el aire y por fin, puedas volar. Sentir el aire en tus alas, en tu cuerpo, en tu cara. Respirar y suspirar. Eres por fin, libre. No necesitas nada más. Sólo aterrizar y volver a empezar.

El peso

Esta vez entrelazamos nuestras manos, de una manera sutil, no era un apretón, era simplemente un roce consistente. Fue un momento en donde veíamos una película, y sentí como tu mano y la mía se volvían una. Acariciaba tu mano, y tú la mía. Apoyaste tu cabeza sobre mi hombro y suspiraste. Te apoyaste como esa primera vez hace mucho tiempo, en el metro. No sentí una presión en mi hombro, sentí tan solo esa certeza de que se acercaría ese momento. El momento en que tus labios se acercarían a los míos. Y entonces reconocería el sabor de tus labios. Y entonces me perdería en ellos.
De pronto, en ese instante, dejaste de ser tú y yo de ser yo, y de pronto el peso de tu cabeza dejó de hacerse presente, ya no éramos más dos, éramos uno con el otro. No hay levedad más extraña que ese momento.