la salida

la salida

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Agradezco

Agradezco los abrazos, los besos
agradezco los halagos
Agradezco el tiempo, la alegría
agradezco las sonrisas
Agradezco las noches, las tardes y
los despertares
Agradezco la verdad, agradezco la realidad
agradezco la despedida
Agradezco las oportunidades, agradezco los errores
agradezco el aprendizaje
Agradezco al tiempo, agradezco al presente
y agradezco este momento.

lunes, 17 de noviembre de 2014

El sentido de la vida.

Tenemos dos responsabilidades con la vida.  La primera: ser felices nosotros, con lo que podemos, estudiar, trabajar, ayudar a otros, amar, reír, divetirnos, conocer lo más que podamos, investigar, construir una familia, ayudar a la que tenemos... Y la segunda: nunca cerrar los ojos ante la desdicha de otros,  a la violencia que reina en nuestro mundo, no podemos ignorar que porque a nosotros nos va relativamente "bien" hay miles que viven diariamente en pobreza extrema; tenemos que de alguna manera, la que quieran, contribuir a que eso disminuya, a que se sepa nuestra inconformidad. Tenemos que pedir por justicia, tenemos que exigir que se respete la ley, no podemos vivir ciegos, anestesiados de tanto dolor y dopándonos para no enfrentarnos a la realidad. 

Venimos al mundo un promedio de 70 años, en esos años no contribuyas a la corrupción, no contribuyas al pésimo sistema, no tomes la salida más fácil, no robes nada "aunque te parezca insignificante", no te aproveches de las personas, no trates a otros de manera deplorable. Y no seas insensible al dolor ajeno, a la injusticia ajena, porque hoy no eres tú, pero mañana podrías serlo.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Primer paso.

Quiero que piensen, ¿de qué sirve levantarse a trabajar todas las mañanas a las 6,7 e ir, que te paguen y seguir así, girando en una espiral consumista cuando nada de lo que hagas puede garantizar que tus familiares o hijos están seguros en este país? ¿Que tus hijos crecerán en una sociedad injusta. Que la corrupción vengas de donde vengas te tocará, porque has tenido que dar una mordida, o te has visto acusado de algo injusto. Porque todos los días que abres un periódico en cualquier estado hay un muerto o miles, ahora no eres tú pero puedes serlo. Donde estudiamos, para que de alguna u otra manera nos desprestigien creyendo que ser estudiante es sinónimo de porro, de vándalo; y estudias y estudias y con suerte encuentras un trabajo donde no te tratan como persona, donde te hacen ir mas de las 8 diarias y te han obligado a pensar que esta es la forma de vivir si quieres ganar algo, para poder rentar en algún lugar donde una vez más puede asaltarte cualquiera en un camión, la calle, y quitarte toda tu quincena porque sabe que no le va a pasar nada. Porque ves en la tele a todos los gobernadores que no cumplen con sus obligaciones, que roban y son corruptos, que ahora hasta nexos tienen con el narco.

Pero sabes que no todos somos así, y que tenemos valores, que abrimos el periódico y las muertes nos duelen, que la injusticia nos causa indignación, sabes que somos mayoría los que nos preocupamos por otros, de miles de maneras. Porque el que unos cuantos decidan robar y matar no caracteriza a México, sabes que ellos no son la mayoría. Sabes que aunque no apruebas las marchas y no entiendes para qué sirven no aceptas que tu gobierno está haciendo las cosas bien y que el hecho de que mueran miles al año no es normal. Porque quizás no sabes cómo puedes ayudar, porque "las cosas no van a cambiar". Porque quizás dices en mi trabajo seré honesto, seré responsable, pero sabes que eso nunca garantiza seguridad ¿entonces? Piensa ¿hasta cuando podrás seguir fingiendo que "ellos, los de arriba" no van a cambiar y que de alguna manera nos tenemos que conformar y quejar en lo bajo? 

Tenemos que pensar en algo más, en un cambio profundo ya, para prevenir muertes, para prevenir injusticias, para vivir esta vida que nos tocó de una manera más decente, más tranquila, donde unos y otros podamos caminar juntos a la construcción de un México Mejor! 

Porque pensar y querer hacer "algo" es el primer paso!

martes, 30 de septiembre de 2014

Viaje

Crecemos, hemos viajado mucho, hemos cambiado tanto, pero lo que no cambian son tus hermosos ojos curiosos, tu interés por lo inusual. Te observé, vi la increíble concentración con la que veías el entorno, nunca vi algo igual. Después de un tiempo, uno puede olvidar, por qué, puede olvidar el cómo, pero hay momentos así que te recuerdan todo. Tu curiosidad no es de hoy, siempre has sido así. Desde que te conocí has demostrado esa increíble fascinación por encontrar las explicaciones del mundo, por hacerte mil preguntas. Y tus ojos delatan esa curiosidad y tus cejas se alzan tanto cuando encuentras la respuesta que tanto buscabas. Sonríes porque te gusta descifrar las causas del mundo, te gusta pasar horas encontrándole el sentido a lo que te rodea.

De pronto recuerdas que estás conmigo, tomas mi mano y me enseñas lo que has encontrado. Te sorprende que me fascine más tu búsqueda que lo que encontraste...

lunes, 22 de septiembre de 2014

Descubrimiento

Fue un momento de claridad producido por un suceso, que llegó a ella de manera inesperada; tuvo de pronto un momento de insight. A pesar de que mucho tiempo se encontró en  momentos de oscuridad, de no comprender y de creer ciegamente, ahora sabía y descubría quién había sido todo el tiempo. Recordó todas esas palabras y todas las explicaciones que realmente no tenían sentido.

Después de haber regresado a ese cuarto, inhóspito, oscuro, lleno de nostalgia, sabía por fin que todas las veces que se sentía insegura en él tenían una explicación, que la constante duda y preocupación tenían ahora una justificación. Se supo sola una vez más en ese cuarto, solo para por fin, descubrir la verdad, descubrir esa mañana templada, que en ese cuarto, donde la luz se asomaba de vez en cuando porque los árboles parecían colocados estratégicamente para acabar con el último rayo que se lograba filtrar;que en ese cuarto siempre estuvo la explicación que necesitaba. Lloró un poco, le estremecía reconocer por fin, lo que siempre evitó. Pero sonrió, era una sonrisa provocada por la satisfacción de saber que no sería ella quien viviría expectante de la mentira que alguna vez la sofocó, no sería la causante de la frustración inexplicable y no viviría a la espera de ese momento que le enfriaba el corazón y le enfermaba el cuerpo entero de saberse sola en este mundo lleno de confusiones, y ofuscaciones. 

Porque por fin se encontró con el monstruo cara a cara, y en vez de hablarle, sonrió, porque supo por fin, que él era quien era, y ella era ella, y que él jamás cambiaría, pero ella, ella si cambió, y decidió dejar de buscar explicaciones en ese monstruo, decidió enfrentarlo y descubrir que realmente no asustaba, y que su existencia nunca pudo albergar una explicación tan profunda. El monstruo también tenía miedo, y era débil y seguía viviendo en la confusión. Era quien era porque así le sucedió, pero ella ya nunca iba a dejar que este monstruo la atormentara. Decidió salir del cuarto, cerrarlo con llave, decidió dejar al monstruo para siempre. Total, al fin ya ninguno se necesitaba.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Autodestrucción

No hay nada en estos tiempos que me impacte más que la autodestrucción de las personas. Y más aún que podamos ser espectadores de este suceso; hablo de la gente que va a las calles a inhalar alguna sustancia, a desplomarse en el suelo con una botella casi consumida, de la gente cuya mirada ha perdido toda noción de realidad, de todas las personas que caminan sin rumbo entre la basura buscando algo que comer, de todas esas personas que murmuran susurros entre dientes que no van dirigidos a nadie más que a ellos mismos, de la gente que duerme bajo algún techo para resguardarse de los terribles fríos de madrugada.

Detrás de toda esta imagen de desesperanza, hay historias que quizás explican o justifican su situación; y es aquí donde recae mi preocupación.¿Qué les habrá pasado que la única solución era terminar caminando en las calles? Pasando frío, hambre, y constante peligro en la imponente ciudad.
Van muriendo ante nuestros ojos, los vemos pasar flacos, famélicos, con ropas sucias, rotas, zapatos corroídos por el tiempo; aún así, nos piden unas monedas quién sabe para qué,  ¿las usarán?, ¿para más drogas? ¿comida? Pasan a nuestro lado en estas calles donde todos caminamos: enfermos, "normales", desafortunados, ricos, jóvenes, viejos. Compartimos este mundo, donde unos decidimos creer que aún hay esperanza, nos aferramos a que el mundo, y esta sociedad aún pueden ser justos, todavía cabe el "cambio" en todos los sentidos. Y están todos ellos que por una u otra razón decidieron dejar ir sueños, problemas, pagos, trabajo, escuela, "normalidad". ¿Quiénes son los afortunados o desafortunados? ¿Los que nos aferramos día a día a que tenemos algo por qué vivir, algo por qué seguir creyendo, los que tenemos fe? ¿O los que ya no tienen preocupaciones de este mundo? Que ya dejaron toda propiedad, todo bien, ropas, casa, trabajo, y solo viven día a día, hasta que la muerte los alcance por fin....


Tengo derecho

Tengo derecho a no saber cuánto me querías,  cuánto me quisiste
Tengo derecho a no saber cuánto me lloraste, cuánto te dolió
Tengo derecho a imaginar que me amaste y que nadie te querrá como yo 
Tengo derecho a imaginar que nadie te apretará tan fuerte como yo lo hice
Tengo derecho a pensar que lo que nos pasó nunca se olvidará 
Y tengo derecho a pensar que detrás del odio queda un poco de amor 
Tengo derecho a sentir que te importaba 
Y tengo derecho a lamentar lo malo
Tienes derecho a callar por todo el tiempo que quieras 
Tienes derecho a encerrarte en el orgullo
Y tienes derecho a nunca querer ceder ante mi
Pero yo tengo derecho a afirmar que nunca hubo algo más parecido que tú y yo. 

martes, 19 de agosto de 2014

A unos días.

De pronto, después de unos meses de correr, de ir de arriba a abajo, de hacer mil y un cosas, te encuentras un año después, a unos días de cumplir años. Para mi cumplir años es un momento en donde hago una retrospectiva de mi año, de lo que he hecho, o no, de lo que quiero hacer, y de lo que necesito para seguir creciendo. Este año que ha pasado, fue complejo, aprendí muchísimo, aprendí a perder, aprendí a descubrir qué realmente vale la pena, y qué necesito para ser feliz. Ahora se dice muy sencillo, pero me costó mucho trabajo, encontrar, encontrarme. Y me costó trabajo porque estaba inmersa en un espiral de narcisismo, egoísmo, mediocridad y mucha confusión. Es bien fácil acostumbrarse a vivir en la oscuridad, es más sencillo vivir en la mediocridad. Es complicado retomar el camino, comenzar a realmente pensar, abrir los ojos. Pero cuando al fin pasa, cuando caminas, te detienes a mirar tu alrededor, miras el cielo, y por fin todo está más claro, no hay sentimiento comparable. Claridad, bienestar. Suspiras. Y de pronto es inevitable que todo mejore, que todas tus emociones sean congruentes, lo que quieres y lo que piensas, y de pronto todo lo que has querido comienza a llegar. La tranquilidad siempre viene después de la tormenta. Pronto, muy pronto cumpliré 26, y celebro, este momento de encuentro conmigo misma. Porque es bien fácil perder el camino, perderse a una misma, pero no es nada sencillo encontrarse, descubrirse, reconocerse, saberse completa una vez más. Y celebro tener siempre la capacidad, la inteligencia, la valentía, y siempre el amor de muchas personas, para ser lo que necesito ser, sin importar lo demás.

jueves, 7 de agosto de 2014

Across the Universe

Pasa 1 año, gira el mundo mil veces, millones de gotas caen de las nubes. Abro y cierro los ojos infinitas veces. Sonrío, lloro, me enojo, duermo, sueño, suspiro. Camino, corro, abrazo, suelto, quiero, dejo, deseo, espero, me detengo. Pasa más tiempo, mil plantas crecen, sus hojas se hacen cada vez más verdes, los pájaros cantan todas las mañanas. El sol sale, se esconde, brilla, se esconde; llega la luna, crece, se va, brilla, se va. El viento me despeina, me peina, me asusta, me calma, el viento se va. Pasa más tiempo, olvido entonces la oscuridad, olvido la intranquilidad, olvido la decepción, olvido la confusión. Pasa más tiempo sonrío otra vez, respiro profundamente, pinto, leo, escribo, bailo. Pasa tiempo, y el mundo sigue girando, yo sigo sonriendo, y el cielo es más azul que nunca. Las nubes juegan en el paisaje perfecto, compuesto de mil sueños nuevos, más decisiones, más anhelos. Porque el mundo gira, el tiempo pasa, mi sonrisa cambió también, para bien.





domingo, 3 de agosto de 2014

Entre edificios y árboles, la ciudad.

Estábamos sentados en el escenario más extraño posible, edificios altos modernos y árboles que solo con ayuda del viento imponían su presencia ante los rascacielos y los increíbles ventanales que los componían. Nos sentamos a mirar esta modernidad falsa, árboles introducidos en medio de museos, cines, teatros, para que por un momento se respirara un aire falso de libertad. Ahora así será nuestra ciudad, pensamos. Una ciudad polarizada siempre. Donde los coches fluyen entre vendedores ambulantes y boutiques de diseñadores reconocidos. En donde la gente camina entre tiendas carísimas y camiones destartalados. Esta ciudad siempre confusa, caótica, siempre llena de atardeceres llenos de contaminación y de tráfico. Pero nos sentamos a observar la incongruencia de este escenario, y después caminamos por horas. Se hizo de noche, y recordé que a pesar de todo, me gusta "re-conocer"mi ciudad. Me gusta caminar y recordar cómo era antes y como es hoy en día.

Nos gusta la perplejidad que nos produce esta ciudad, nos gusta que nos impresione, que nos confunda. Nos gusta saber que en esta ciudad, jamás dejaremos de sorprendernos.


martes, 22 de julio de 2014

Ùnico

     Era difícil recordar a  los que había besado, a los que le habían provocado algo, a todos los que les había dicho que le volvían loca. Era difícil recordar la primera conversación que terminó en una salida, en un caminar juntos de la mano, en ir al cine, o en comer juntos. Era muy difícil recordar las noches que se mandaban mensajes, que se llamaban, sus voces. Era difícil recordar los que alguna vez le habían gustado, altos, chaparros, chinos, lacios, morenos, güeros, gordos, flacos, fuertes. Era difícil recordar dónde los había conocido y qué los hacía peculiarmente interesantes, ¿su inteligencia, un lunar, sus tennis, su banda favorita, que jugaban algún deporte, su libro favorito, su película favorita, su cabello? 
      Lo que nunca ha sido difícil de recordar, lo que nunca se le va a olvidar es al primer hombre que amó, porque cada detalle, cada situación eran increíblemente emocionantes, hermosas y únicas. El día que lo conoció, el día que lo besó, el día que decidieron estar juntos, el día que hicieron por primera vez cosas que nunca habían hecho por el otro, la primera canción juntos, la primera canción dedicada en una tocada en vivo, la primer pelea, el primer viaje, el primer video, el primer álbum de fotos, la primera carta, el primer suspiro. Porque es su lunar, es su sonrisa, es su cabello, es su inteligencia... es ese momento en donde puede preguntarle algo y hará todo por contestarlo, porque lo sabe o porque se lo imagina. Es su terquedad, es su perfeccionismo, son sus dibujos, es su talento, es su corazón, increíblemente único.

Temprano y tarde...nunca a tiempo.

Hay situaciones en la vida donde el tiempo, y el momento, de la vida de por ejemplo, una pareja, no coinciden. "Timing" le llaman. Donde a pesar de las ganas, las sensaciones y las emociones, es imposible. Es un continuo seguir catastrófico. Donde a pesar de que se intente, no se logra, no se concreta.

El tiempo, las coincidencias, la vida, ¿es un misterio o una simple invención humana?   Hay situaciones que pasan en un millón. Reencuentros o encuentros que fulminan en un segundo la cotidianidad, la rutina. Hay situaciones donde es imposible pensar. Lo único que queda es vivir, sentir, aprovechar, cerrar los ojos, respirar, porque el tiempo siempre nos vencerá.

lunes, 14 de julio de 2014

Volver a volar.

Volver a creer, alzar las alas, abrirlas poco a poco. Dejar que cada pluma se tense en el aire y por fin, puedas volar. Sentir el aire en tus alas, en tu cuerpo, en tu cara. Respirar y suspirar. Eres por fin, libre. No necesitas nada más. Sólo aterrizar y volver a empezar.

El peso

Esta vez entrelazamos nuestras manos, de una manera sutil, no era un apretón, era simplemente un roce consistente. Fue un momento en donde veíamos una película, y sentí como tu mano y la mía se volvían una. Acariciaba tu mano, y tú la mía. Apoyaste tu cabeza sobre mi hombro y suspiraste. Te apoyaste como esa primera vez hace mucho tiempo, en el metro. No sentí una presión en mi hombro, sentí tan solo esa certeza de que se acercaría ese momento. El momento en que tus labios se acercarían a los míos. Y entonces reconocería el sabor de tus labios. Y entonces me perdería en ellos.
De pronto, en ese instante, dejaste de ser tú y yo de ser yo, y de pronto el peso de tu cabeza dejó de hacerse presente, ya no éramos más dos, éramos uno con el otro. No hay levedad más extraña que ese momento.

miércoles, 7 de mayo de 2014

De cierto

Lo sabrás de cierto cuando la noche imponga su silencio.

Traicióname amor!

"Amor mío, no te quiero por vos ni por mi, ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía,porque estás del otro lado, ahí donde me invitas a saltar y no puedo dar el salto..."

Porque del otro lado no había nada, más que el fulgor ardiente de la noche que nos consumía. Ay tiempo, ay locura, nos alcanzaron. Adoptamos ambas, creyéndonos invencibles. Sin pensar en ni una sola consecuencia. Pero ay amor, nos traicionaste. Nos prometiste la eternidad, la intensidad; cuando al final el encuentro con el fin sería inevitable. Amor, me has traicionado, he confiado en ti, he creído en ti, todo para saberme ahora completamente engañada. Para saberme recogiendo los pedazos de la más ingenua idealización. Para comprobar que creer en ti, es caer en un vacío sin fin, es creer en el oasis siempre prometido, es invadir mil laberintos sin salida. Ay amor, me has traicionado, de la peor manera, me has concedido el infinito sufrimiento: amar por fin. Pero me has concedido amar, sin jamás haber aprendido...

martes, 15 de abril de 2014

Yesterday.

No eres tú, ni es él, soy yo. La única que encontró las mil salidas a los diferentes laberintos. La que intentó escribir historias incompletas bajo sentimientos falsos y superficiales. La que decidió mirar la luna sin contemplar su esplendor. La que decidió caminar bajo el sol sin percatarse del calor producido por sus rayos. Yo fui la que decidí ver en paraísos, solamente desiertos. Yo fui la que decidió contenerse en vez de enfrentarse a ese gran monstruo, que se creó, en el único lugar en donde pudo quedar atrapado por años: mi mente. Caí en la desesperanza, en la hipocresía, en la mediocridad. Caí en el peor de los hoyos, en el peor de los pozos. Caí en una monotonía cruel, donde la única salida, era entonces la que me cerraba las puertas, para entonces seguir atrapada. Vivía atrapada en la oscuridad, y lo peor, es que me fui acostumbrando a ella. Me fui acostumbrando a ser cínica, a despreocuparme. A solo mirar para mi, a solo mirarme a mi. A dejar de buscar respuestas y ensimismarme en las causas. A lograr culpar a todos y cada uno de los presentes a mi alrededor de mi infortunio, menos claro, a mi misma. Afortunadamente en lo incomprensible de mi personalidad, encontré por fin, ese ser yo misma, ese descubrirme otra vez. Ese saber, por fin, y de nuevo, qué era lo que necesitaba para encontrar la salida. En el camino, lastimé a varios, y a mi; todos daños colaterales de la incongruencia y desesperanza en la que vivía. Pero ahora no puedo ser más que congruente, decidida a lo que necesito y quiero. Por ellos, por el tiempo que dejé que me consumiera mi indecisión. Porque necesito más que nunca ser yo, para regresar a ese dulce sueño de creerme invencible, de saberme constante y de saberme tranquila. Porque la calma sí llega después de la tempestad. Porque dentro de todo, de todas y cada una de las experiencias vividas, uno siempre obtiene lecciones, uno siempre sonríe, uno llora, se enoja, reclama. Pero sobre todo, gracias a nuestra increíble plasticidad cerebral, uno crece, uno madura, uno reflexiona, analiza, critica. Uno vive. Uno escoge con quién compartirla, uno escoge con quien perder el tiempo, uno escoge por donde caminar, uno escoge con quién platicar, uno escoge con quien mostrarse total y completamente. La vida está llena de decisiones. Y vivir sin poder decidir, es el suplicio más desafortunado. Afortunadamente, tampoco eso dura para siempre. 

viernes, 11 de abril de 2014

Me equivoqué contigo.

Me equivoqué porque pensé que entendíamos el mismo silencio, porque pensé que éramos cómplices del mismo daño, porque pensé que pese a todos los errores y todos los defectos, se alzaba entre los dos el compromiso de una misma pasión, de un mismo deseo. Pero entonces, descubrimos que el deseo y la pasión, traicionan, destruyen, agreden, no hay pasión sin agresión, sin poder. Porque nunca pudimos ceder el poder, el poder nos consumió, a ti y a mi. Porque entre todas las historias nunca habrá una, como la de la increíble destrucción de la más sensible de las pasiones, de la más descarada e inaudita. ¿Es entonces suficiente un encuentro para comprenderla? Nunca lo sabremos. 

jueves, 10 de abril de 2014

Del amor ideal y el destino y el "para siempre"...

Me ha tomado definitivamente mucho tiempo, conocer a muchas personas, vivir muchas experiencias para llegar a la conclusión de que el amor, no es como yo pensé al principio. Yo pensaba de manera idealizada, que el amor era encontrar a otra persona, que de pronto sin más se convertiría en tu mundo entero, y que como en muchos cuentos, sería entonces el amor perfecto. Y si, cuando te enamoras sientes muchas veces eso, sientes que harías lo imposible por el otro, te obsesionas, y por un momento, perdemos un poco esa realidad. Pero después de estar casi 7 años con mi novio, y claro, después de muchas peleas, de separaciones y de locuras; puedo concluir, por ahora, que el amor no es eso, que gracias a estar con él, el amor es todo menos lo que pensaba.  Sí, nos enamoramos, y sí, dijimos te amo por primera vez, en ambos casos, pero nunca sabiendo lo que eso significaba en un principio. Después ese te amo, se volvió un te amo que iba a construir realidades, un te amo crítico, un te amo lleno de conflictos, por no sabernos correspondidos en distintos tiempos de nuestras vidas. Supimos por fin que el amor, que esos te amos, eran, un te acompaño ahora porque quiero que estés aquí, porque en ti veo una potencial pareja para vivir, para caminar, para trabajar, para ahorrar, para viajar. Porque a pesar de muchos problemas nos conocemos como nadie, nos odiamos como a nadie, y nos amamos como a nadie. Porque no existe un "otro destinado" para ti, sino existe esa persona que se enamora de ti, por lo que eres, te entiende, te respeta y decide estar contigo, porque al escucharte una parte de ella se refleja en ti, y le dan ganas de saber más, porque puedes hablar por horas de política, del mundo, de lo que sientes, de lo que quieres, y te escucha. Porque pueden pelearse 10 mil veces, pero todas esas veces tienen solución. Porque entonces, sabes que esa persona y tú, son un equipo, que a pesar de todo, trabajan juntos, para sobrevivir en este mundo, lleno de mediocridad, de mala vibra, de hipocresía, de mentiras, de superficialidad...de humanidad. Porque es por un momento creer en el otro, quererlo sin más y creer que juntos pueden ser un ideal que jamás se logrará. Porque el amor maduro, es justo eso, dejar de creer en el ideal y vivir el amor real. 

martes, 1 de abril de 2014

Hometown Glory

Nada como volver a lo que conocías, a ese aroma cálido de tranquilidad. Nada como volver a sonreír. Nada como volver a sentir esa ligera brisa recorrer mi cabello, para después quitármelo de mi rostro, pero sin dejar de sonreír por la sensación de comezón que genera en mi frente. Nada como volver a tomar esa ruta, sabiendo que encontraré una mano firme y siempre solidaria. Nada como saber que al final de esa ruta siempre sale el sol, donde la noche nos cubre tierna, nos espera. Porque no hay en esta vida nada como el tiempo que tenemos, y el tiempo a ti y a mi nos esperó.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Posibilidades


Como fue posible, ir caminando y encontrar el árbol más bello...así fue como te encontré a ti, en un instante, sin quererlo, ni pensarlo. Fue una sorpresa inolvidable, mis mejillas rojas, mis pupilas dilatadas. Mis manos temblorosas, mi boca reseca, por los nervios de hablarte por primera vez. Y luego tan sencillo como empezar a hablarnos para sentir ese calor y esa calma, esa familiaridad y esa maravilla. La maravilla de ver tu sonrisa, de ver tus ojos, de memorizar tus gestos. La maravilla de la posibilidad de que fueras mío y yo tuya. 

No hay

No hay amor sin rarezas
No hay amor sin genialidad
No hay amor sin tragedia
Mucho menos sin pasión

No hay amor sin mañana
No hay amor sin complicaciones
No hay amor sin sueños
Pero tampoco hay amor sin realidad.

No hay amor sin contradicción
No hay amor sin desesperación
No hay amor sin desilusión
Mucho menos sin desazón

No hay amor sin azul
No hay amor sin un mar
No hay amor sin dos palabras
Mucho menos sin nosotros dos

El amor que no falta es inexistente
El amor completo es irreal...
El amor no completa a nadie
El amor complementa a todos.

lunes, 24 de febrero de 2014

τέλος

Así, como todo; como las estaciones, como la época de lluvia, como los copos de nieve, como el calor del verano, como el invierno, como el otoño, como todo ciclo en la vida; se acabó, se acabó tu sonrisa, la mía, nuestras manos juntas, nuestras interminables horas jugando, nuestras noches juntos, nuestra lista de cosas por hacer, tus manos apretando mi cintura, tus ojos viendo directamente los míos, tu manera tan extraña de acomodar tu cabello de lado, las interminables discusiones, los celos, los rencores, las necedades... Todo acabó como la noche misma en que nos conocimos. En la que decidimos ser cómplices de una misma sensación, de la misma idea, del mismo deseo. 

Ingenuidad, quizás, o simplemente la mejor decisión: el final. El final de un tiempo compartido, de un momento en nuestras vidas, de un instante consumido siempre por nuestros impulsos, por nuestras ganas de cambiar, de conocer, de saber, de tener, de querer. 

Así como todo, esa historia también ya pasó...

domingo, 9 de febrero de 2014

Nombre

El otro día platicaba con un señor...le pregunté su nombre, me contestó. Inmediatamente me dijo: " sin nuestro nombre, ¿quiénes somos?" Yo entrevisté a tanta gente en esos días que su respuesta me tomó por sorpresa, así que abrí un poco más mis ojos, lo miré y al ver mi sorpresa, continuó: "Somos por ese nombre, construimos todo alrededor de ese nombre...no es algo que me cambiaría, no es algo que olvidaría..." Terminamos la entrevista, con otro tipo de temas que en este momento no son importantes. Pero ese día y hasta hoy me dejó pensando mucho, en eso, un nombre. Cómo pronunciamos ese nombre, cómo recordamos ese nombre, cómo saboreamos ese nombre. Ese nombre implica todo. El nuestro, o el de alguien más. Sabes que nadie podrá pronunciar ese nombre como tú, nunca con la misma entonación, nadie dará el mismo significado a ese nombre. Porque nadie ha vivido lo mismo que tú, contigo mismo, ni con otras personas. El nombre entonces, se vuelve esa consumación de la persona, se vuelve la persona misma, y cuando la mencionas, para ti, ese nombre es único, a pesar de que inevitablemente hay miles de personas que se llaman así. Entonces tenía razón, ese señor...y olvidé su nombre irónicamente. Porque para mi a pesar de que un nombre será la persona, nunca olvido un rostro, un gesto. Y las manos, no sé por qué tengo esa manía de fijarme en ellas, más que el nombre, recuerdo sus palabras, y expresiones. Pero tu nombre...y cómo lo pronunciaba, eso si no se me va a olvidar nunca. 


miércoles, 5 de febrero de 2014

CNA

Una vez fuimos, tú y yo, al CNA. Era tarde, hacía viento y frío, yo me senté a pensar y a escribir. Tú estabas lejos, y yo te pensaba, te pensaba en mi pasado, te pensaba en mi presente y por primera vez te pensaba ya en mi futuro. Mis expectativas ya no eran irreales y vagas, mientras escribía, te observaba y veía, por primera vez, que tú eras esa persona que me acompañaría en mis siguientes sueños, en mis siguientes recorridos impulsivos por la ciudad, en mi búsqueda de nuevos lugares por conocer, nuevos sabores que experimentar y nuevas sensaciones que percibir. Caían las hojas, cada vez hacía más frío, pasaban las horas y yo escribía lo que esperaba que pasara en 10 años,en un cuaderno verde y viejo.

Cuando pasen esos 10 años abriré ese cuaderno, y comprobaré si mis expectativas se han cumplido, y si tú, mi mejor amigo, y mi acompañante, siguen estando en mi vida...

lunes, 3 de febrero de 2014

Lunes

Hay semanas donde no importa qué día es, porque no es importante el día ni la hora. Porque da igual si hay sol, si hay luna. Es de esos días donde sólo presto atención a sus ojos, a sus palabras, a su cabello. Donde sé que él se quejara de algo, para después sonreír y decir que realmente no era tan importante. Donde hará uno de sus tantos comentarios donde sabe que me molestaré, pero pronto jugando, me dirá que mi fruncir de ceño es de las cosas más bonitas que ha visto. Donde la incongruencia se apodera de ambos, porque sabemos que al ser tan distintos no es posible que nos queramos tanto. Porque a pesar de mil vaivenes, solamente nosotros nos sabemos uno, en esta infinidad de momentos, de vidas, de encuentros. Porque nuestro encuentro fue el más inesperado, el más inmaduro, el más incomprendido. Pero de todos los encuentros que habíamos tenido, fue el que detuvo nuestro tiempo, el que detuvo nuestros días, nuestras horas, nuestras vidas. El encuentro que se rodeó de viento, de noche, de tardes largas, de mil sabores. El encuentro que definió qué tanto podíamos ser para el otro, para nosotros mismos. El encuentro que se sabía boicoteado por la vida, por la rutina, por la casualidad, pero el encuentro que permaneció a pesar de cualquier pretensión de perfección. Porque sabernos juntos en estos tiempos, porque entendernos con nuestras historias, porque querernos en el futuro, en el presente, y en el pasado, serán siempre como ese Lunes de nuestro primer encuentro. Ese Lunes donde decidimos descubrirnos, donde decidimos querernos, donde decidimos amarnos, donde decidimos seguir estando. 

miércoles, 15 de enero de 2014

Momentos

Hoy pensé en el abandono, un muchacho que no tenía a nadie, que me dijo que nadie se había hecho cargo de él, sus papás lo abandonaron. Conozco diario gente que no tiene donde vivir, que la despiden sin razón, que no tienen con qué vivir. Gente que trabaja 24 horas seguidas,se ve su rostro cansado, ojeras, negras. No ha dormido nada, pero tiene que comer con sus hijos, tiene que llevarles de comer. 
México...lleno de hijos, que nadie puede cuidar, que nadie tiene tiempo de querer. México lleno de hijos que a su vez, trabajarán igual, esperando que algún día les alcance para más. Pensando que si estudian tienen garantizado un trabajo decente, una calidad de vida. Todo para que la realidad sea la más triste posible. Para que millones de universitarios vaguemos por el mundo buscando una estabilidad, que este país no promete. Millones de personas que en distintos niveles vivimos lo mismo, desesperanza, inseguridad, miedo. Y muchos sin son afortunados creyentes, piensan que sufrir, que sobrevivir es vida. En México sobrevivir, sufrir, la desesperanza, el desempleo, la injusticia y la corrupción, son el pan de cada día.

Reloj...

Veo el reloj y aún no es tiempo. Volteo rápido, y me impresiona lo callada que está la calle. Veo árboles, hace mucho frío. Pasan personas, pero no es él. Sigo esperando, el viento mueve los árboles. Cierro un poco mis ojos, parpadeo para sacar el polvo que pueda pasar por mis ojos. Escucho la calma. Veo de nuevo el reloj, miro al cielo, ya está oscureciendo. Recuerdo que no me habías confirmado que nos veríamos. Miro mi bolsa, y no encuentro mi celular. Pero de pronto, siento esta emoción de saber, que si nuestro encuentro se da, será totalmente casual. Ni tú ni yo, sabremos con seguridad que el otro estará esperando, pero si queremos vernos, llegarás y te esperaré.

Porque por  más que vea el reloj y quiera anticipar tu llegada, por más que no quiera que oscurezca, por más que no sepa si llegarás, yo te estaré esperando.

jueves, 2 de enero de 2014

El Camino

El camino que me alejó de ti, es el que me acercó a mi. El camino que ahora veo, tiene futuro, es angosto, y largo. Es azul y verde. Y está lleno de luces, de colores. Hay puentes, hay piedras. El camino que hoy recorro es y ha sido el más difícil, complicado, pero a la vez en el que he aprendido más, en el que he conocido y desconocido personas. Pero también es el que me ha dejado ver más claro que es lo que quiero, y con quien quiero compartirlo. Este camino es el que quiero.