Es como si de repente no pudiera pensar, o no quisiera pensar, y solo hiciera o dijera lo primero que siento, aunque muchas veces todo puede salir mal, me siento libre, siento que no importa nada, más que esa necesidad de gritar, llorar, reír, decir, querer, explicar...pasa y ya...
Todo pasa tan rápido, un momento estás sintiendo que esa emoción está a punto de salir, y en el momento siguiente estás parado enfrente de las consecuencias...Malditas consecuencias...Esas son las que hacen a la impulsividad aburrida, tan efímera, tan poca cosa...Sin ellas los momentos donde estás ahí, sin pensar, serían retratos en el tiempo, quietos, inmóviles, durarían sólo y sólo lo que tienen que durar, no más, no habría interrogantes, no habría que tomar ninguna decisión, no habría que analizar, ni reflexionar...¿la libertad pura? No, mejor un sueño, sí, un sueño, eso sería...Un momento sin consecuencias...un momento fugaz y volátil, un momento en donde realmente solo importaríamos tú y yo, sólo tus ojos y los míos, solo mis pensamientos y los tuyos, solo lo que los dos queramos que sea...sin importar nada más...
O mejor aún, no serías tú...
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