la salida

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sábado, 11 de junio de 2011

Late at night

No me había puesto a pensar que de entre las maneras de seducir a alguien está el baile. Bailar transmite tantas cosas, así como una mirada, o una frase bien dicha, e incluso algo tan superficial como una sonrisa.

No me había dado cuenta que en el seducir o dejarse seducir por alguien, hay muchas implicaciones: Está el aroma, la voz, como piensa, qué dice y cómo lo dice... La expresión lo es todo, y así como es difícil expresar lo que se siente, es aún más difícil ocultarlo.

Pero volviendo al baile, en el baile está todo: el aroma que percibes cuando te acerca a su cuerpo, sentir los dos la música y moverse como si fueran uno, y por un instante piensan lo mismo, sienten lo mismo y se dejan llevar sin pensar en nada.

No me había dado cuenta de todo lo que se puede transmitir en un baile...no hay nada más bonito! No que no haya otras cosas, como poder platicar con alguien de cualquier cosa y tener muchas cosas en común. Pero tener química en el baile es casi tan extraño como tener química con alguien inmediatamente. De esas veces que conoces a alguien e inmediatamente platicas horas, te deja una buena vibra, una buena impresión. Pocas veces eso me ha pasado, había olvidado como se sentía el factor sopresa, el factor novedad, el factor interesante...y cuando pasa es casi tan perceptible lo que sigue después...el asombro, el preguntarse por qué...
Quizá es analizar todo de más, pero está en mi naturaleza ser precavida, no dejarme llevar instantáneamente, hay un proceso, hay un momento...

Quizá es ese defenderme de la seducción, quizá solo son las ganas de seducir pero no de concretar nada, quizá es un impulso, quizá una necesidad. De cualquier manera el baile me parece una herramienta fundamental en la expresión de las emociones de una persona, y de dos, mejor!

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